Ya hacen casi 12 años que regenteo, administro y llevo adelante el hotel familiar, nada de 5 estrellas sólo las estrellas del firmamento pero como diría Doña Betty, limpito, ordenado y acogedor...Siempre hay algo para arreglar, para pintar, para incorporar, por supuesto con la intención de mejorar la operatividad y por qué no, la imagen...Todo entra por los ojos, desde la fachada, la puerta que no se trabe, la recepción, el pasillo que esté brillante, el parque con flores son el preámbulo de la idea que se hace el pasajero de cómo será la habitación que esa noche albergue su descanso. Por determinación de la casa no hay tv en las habitaciones, sólo en la recepción y el salón desayunador/comedor, la idea es el rélax nocturno o de la siesta en un ambiente tranquilo, fresco en verano y cálido en invierno...sencillo pero confortable. No tiene lujos, la decoración es simple, cuadros, jarrones con flores y aroma a vainilla.
Nuestro trato es familiar, cordial...buscamos que el pasajero se sienta como en su casa, más de uno por no decir la generalidad arrastra el estrés de la gran ciudad al comenzar las vacaciones y no puede desenchufar ese chip de locura y corridas, te piden tv en la habitación en vez de salir a recorrer el lugar que es un canto a la naturaleza, a sólo dos cuadras del río tienen al alcance de una breve caminata la belleza del embarcadero o del balneario, la maravillosa historia que la mayoría desconoce alberga en el casco histórico del viejo fuerte del Carmen anécdotas y un sinfín de legados que son la muestra de una vida colonial rica y bulliciosa del antiguo puerto.
La serenidad de una ciudad con alma de pueblo brinda al turista todas las posibilidades de recorrerla descubriendo cada rincón sin prisas.
Desde la mirada local me enoja cuando alguien me pregunta "qué hay para ver acá" como si todo ese paisaje exultante que tienen enfrente fuera poca cosa..¿ Qué sería más atractivo una aerosilla que atravesara todo el río?...¿un puente colgante en vez de las lanchas que te pasean cruzando el río uniendo Patagones-Viedma?.
Reconozco y asumo que la zona necesita aún más para atrapar al turista pero no en belleza sino en atención y lugares con horarios más amplios, la oferta gastronómica por ejemplo, los locales de recuerdos cierran los domingos, los paseos con productos artesanales son mínimos.
Todavía no se asume que el turista circula cualquier día no sólo los feriados y a toda hora, que es el principal consumidor de artículos propios del lugar y el motor de una economía creciente en más de un sitio sin fábricas ni otro rebusque que no sea el campo, el comercio o el empleo público.
Las jornadas de concientización turística para personal de contacto (hoteles, gastronomía, taxis, terminales, etc) no alcanzan si no hay una verdadera inversión a favor del viajero, desde la cartelería de orientación hasta las diferentes áreas de informes y divertimento.
Este ha sido el primer año, en lo que a mi evaluación respecta, que no fuimos solamente un destino de paso sino de estadía, es decir que el pasajero y su grupo familiar se quedó más de un día a conocer en vez de descansar una noche y a la mañana temprano seguír a otro destino, leáse Las Grutas, Puerto Madryn, Calafate o más al sur.
Un avance gracias a internet y a las distintas ferias turísticas en la que se ha presentado Patagones a través de su oficina de turismo aunque siempre "la niña bonita" es
Bahía San Blas, sin desmerecer el hermoso lugar que es, Patagones no es SÓLO Bahía San Blas que es básicamente un destino buscado por los pescadores experimentados.
Aunque Patagones y Viedma se venden turísticamente como "comarca" en la práctica no es tan así, los valores de hotelería de una margen a otra varían considerablemente, la oferta viedmense está orquestada por agencias de turismo que explotan el negocio como debe ser; le brindan al turista paseos de agroturismo, recepción en aeropuerto, citytour Viedma-Patagones, reservas en Balneario El Cóndor y otros servicios con combis equipadas para tal menester.
Gracias a toda esa movida algo "salpica" para nuestro lado y muchos turistas eligen el lado maragato (Patagones) del río por su paisaje histórico, sus calles pintorescas y esa tranquilidad de pueblo.
A modo de chiste sarcástico algunos dicen que" lo mejor que tiene Viedma es la vista de Patagones"...clara postura de la eterna rivalidad Viedmenses-maragatos aún en estos días...No se ofendan, yo pienso lo mísmo jajajaja.