Parir en casa

La Semana Mundial por un Parto Respetado, del 12 al 18 de este mes, aún es una lucha constante para aquellas mujeres que deben parir y se encuentran con el maltrato de algunas instituciones, sobre todo los hospitales públicos, que ejercen sobre la mujer o mejor dicho sobre la pareja parturienta una medicina invasiva y lejana de toda sensibilidad para lo que el momento requiere.El hecho de que al momento de parir te aten las piernas a una camilla, te manoseen a cada rato para constatar si estás dilatada lo suficiente y te griten cada vez que tenés un dolor para que pujes como corresponde no es precisamente la idea del sueño de un parto felíz, generalmente hasta la llegada del bebé el recuerdo es más que traumático. Despúes de haber parido a 5 puedo contarles más de una anécdota al respecto. La más traumática fue con el primero; año 1983, Jueves Santo, Sanatorio Colegiales, casi nadie de guardia como se imaginarán en un feriado de esa índole, me tuvieron pasándome suero desde el jueves a las 19 hs en que me internaron por fisura de bolsa hasta las 9 de la mañana del viernes Santo cuando nació Lucas, mis manos terminaron llenas de globos negros por el suero que me reventaba las venas y se estacionaba bajo mi piel. A la hora de pujar me dio un calambre por tener las piernas atadas en una posición más que incómoda y recuerdo aún hoy la frase que me contestó la obstetra cuando le dije: " estoy por tener un calambre", me contestó; "vos estás por tener un hijo, asi que puja y dejate de joder"...con mis adorables 24 años la mandé al carajo y le agregué algunas groserias más que se me vinieron a la mente, me banqué el calambre en medio de los pujos y las puteadas... en ese ambiente nació mi primer hijo.
Pasaron 10 años para que volviera a tomar el valor de querer ser madre nuevamente. Ya en Carmen de Patagones , en otro entorno más calmo (y con otro marido), sin gritos ni tanto maltrato y a pesar de ser un hospital público me salvé de las piernas atadas, eso sí, tomé el recaudo de bancarme el pre-parto en mi casa que salvo la histeria de mi pareja que creia que lo iba a tener ahí y en su locura se cortó una mano (trabajando con un cerámico) por despistado y terminamos primero en la guardia que en la maternidad. Patagones al ser un lugar chico todo es más personalizado, se logra una relación cercana con el obstetra, la partera y las enfermeras...gracias a ese clima me animé y tuve 3 más...jejeje...Ya me habia puesto canchera y con la tercera llegué justito 30 minutos antes de su nacimiento, ni el camisolín me pude poner, en remera y medias llegué a la sala de partos, la cuarta mantuvo el promedio de llegada y solamente con la última y ya pisando los 40 me decidí por la cesárea planeada por consejo de mi doctor ya que la presión no me acompañaba, aún así me atendieron de maravillas, antes de la peridural el médico y el anestesista comentaban las empanadas que se habian comido en mi casa el sábado anterior y planeábamos una nueva comilona para festejar el nacimiento, vino patero incluído, en ese clima de risas y alegria nació Alelí mi última hija.
He escuchado en diversas charlas de mujeres experiencias aterradoras del momento del parto, la mayoria hace hincapié en el maltrato al que se vieron sometidas, desde tener a los estudiantes de medicina rodeándolas (ella en posición de parir), enfermeras que descargan su perversidad con la parturienta primeriza diciéndoles guasadas como;" Bien que te gustó cuando lo hiciste, ahora aguantá ". Una nueva tendencia se está dando en algunos sectores ( de cierto poder adquisitivo), la de parir en casa, resguardando a la madre y al bebé de ese ambiente agresivo y lejano de toda calma e intimidad, la casa a modo de nido recibe al nuevo integrante con la supervisión de una partera y un neonatologo, obviamente el sistema aún se opone negándole la posibilidad de obtener los documentos fácilmente y con otras trabas más burocráticas que prácticas ante la concentración de mujeres parturientas en los nosocomios públicos.Pero para aquellas mamás que no pueden más que concurrir al hospital para ser atendidas la lucha es constante, sobre todo enfrentándose a médicos y enfermeras mal pagos que no siempre hacen de su profesión un homenaje a la vida.
Les recomiendo la lectura de este artículo de Pagina 12 al respecto, vale la pena.