Ebullición de ideas

Mi pareja...comprador compulsivo de los remates de la construcción acopiaba cuanto elemento le parecía sería de utilidad en un futuro, jamás imaginó en esos momentos cuán útiles serían!...comencé a publicar en una revista de avisos gratis de la zona y poco a poco la gente venia, consultaba, pasaba el dato a otros, dos albañiles se prestaron a una "sociedad" de contacto-comisión y así en medio de mi más absoluta iliquidez pasé a solventar los gastos básicos pero principalmente vencí al miedo, al fantasma de no tener nada para darle a mis hijas...había llegado a días de fideos con aceite y no más...ellas tan mías, tan dulces, tan compañeras a sabiendas de mi preocupación ni siquiera pedían un cambio de menú ni la mermelada sobre el pan, asi nomás era la cosa, con suerte había para la leche.Las más chicas asumían la actitud de las mayores, se tomaban lo que uno les ponía en la mesa, son la alegría de poder ver al menos el dibujito en la tele que daban en el canal de aire, porque del cable ni hablar.
Por eso soy una convencida de que todo depende de nosotros, podemos rogar, implorar ayuda divina , pero nada se produce si no ponemos en marcha esa conjunción de mente, espirítu, adenalina, corazón y voluntad...Hoy sé que de todo se sale, lo que acabo de escribir no es para un libro de autoayuda, es para mi...para recordar que pude hacerlo, que hoy enfrento otros desafios y necesito la mísma confianza que tuve el día que dije para mis adentros en medio de lágrimas de rabia y dolor que iba a salir...y cumplí.